Tomé un fragmento de un libro, "La Revolución interior" de Robert Thurman. Me gustó mucho porque tiene una filosofía de unión con los demás y de descubrimiento de sí mismo. He aquí un párrafo muy bueno:
Por mucho que me cueste seguir los dictados del <<yo>>, si es que yo soy ese <<yo>>, no puedo dejar de obedecerle. Por mucho que me cueste aceptar sus órdenes, no me queda otra alternativa que ser lo que <<yo>> soy, lo que <<yo>> digo que yo debo ser. Este parece ser mi deber y mi sino. Sin embargo, cuando descubro que yo no soy lo que <<yo>> parezco ser, se hace posible que exista un yo real distinto de ese <<yo>> aparentemente independiente. Siendo así, ya no tengo por qué permanecer por siempre prisionero de ese <<yo>> autoritario e impulsivo, que pretende estar buscando siempre el bien para mí, pero que, en realidad, no hace más que meterme constantemente en líos, sin llegar a proporcionarme nunca la paz y el bienestar que tanto anhelo.
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