viernes, 30 de diciembre de 2016

Testimonio de un comienzo y un final...


Tiene varios nombres, que le da cada uno de los protagonistas…
Yo le llamo purificación, y últimamente eh tenido algunas de ellas, hace unos meses tuve 3, las cuales han sido de las más fuertes sin contar las del terrible año pasado.
Estos colapsos de tiempo suelen ser dolorosos pero que al final desprenden un placer infinito en mí, consisten es desprenderme de todo aquel rencor, odio, temor y pensamientos o recuerdos que corrompen el equilibrio, a veces salen en compañía de los vicios y soledades, ya sabes, cuando no hay  nadie en el cuarto a horas de la madrugada o en ese lugar que tiene mi nombre a la luz de la luna,  esas situaciones que hacen que me llene de odio, es sumamente difícil tener que lidiar con aquellas personas que dañan a los tuyos a diario y tener que olvidar y saber perdonar, para ser  más exacta es como si dentro de mí hubiese un ser que poco a poco crece pero que provoca una molestia en mi día a día, como si fuera cargando una maleta a la espalda todo el tiempo, como si pisara larvas que se adhieren a mí y me acompañan, como caminar entre podredumbre y sentirse putrefacto ante la vida.
Y después de toda esa sensación comienza el desprendimiento cuando por fin dejo liberar toda esa pesadez, mientras las lágrimas escurren de mi rostro y  mis huesos se reconstruyen y es ahí cuando siento el dolor que provoca arrancarme esas memorias, atragantarme de esa sensación y vomitar los  recuerdos y palabras, sacudir el polvo de la mente, limpiar y fortalecer el espíritu, cerrar  los ojos, abrir los brazos y corazón y comprender una vez más que todo tiene un significado en este viaje al cual llamamos vida… y dejar ir el pasado con una serie de suspiros, así como deje ir los años frívolos y dolorosos, aquel año lleno de oscuridad y perdidas, de adioses y promesas de desilusiones y quebraduras.

Y hoy, a días que esta estación culmine agradezco más que el primer día, por haberme dado de nuevo una esperanza, por tener algunos tropiezos y arrepentimientos, pero de igual forma un sinfín de nuevas lecciones y sensaciones que jamás había experimentado, por encontrarte…así que me retiro feliz para subirme de nuevo al vagón y seguir explorando.



Supertramp.

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