Entre sombras-2 (Ethos)

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Y entre sombras, el cuerpo inerte pide piedad de tu desoladora amistad, el espectro del ayer hace meya sobre el desvalido, solo entre sombras puedo advertir quien eres.

Advierto tu mirada fría y nocturna, el candelabro que delante de mí aviva el fuego de esta lacónica pasión, a sido reemplazado con tus lamentos, los mismos lamentos que guían mis pasos  y me dan un poco de oscuridad en esta herética luz.

Los pensamientos furtivos y llenos de plegarias no servirán hoy, aunque resuenen tan vividos en mi consciencia, muerta ya por el ajetreo decoroso del rose con este amor poco convencional.

Siente mis palabras y acompáñame, no es mas que dejar de vivir, entre sombras, la oscuridad deja sedimentos de lo poco que podemos ver, oír y, de a poco, dejar de sentir. Sólo mira a mis ojos y veras la desolación, sublime, como sublime son las fuerzas de no amar lo ya amado y cometer el acto más subversivo de todos: crear, leer y soñar con mundos etéreos, lúgubres, acerbamente crueles y hasta pacíficos.

Lo único que no se puede tolerar, es que te escudes, blandiendo esa trémula espada sin filo y estúpida, llorando, dejando entrar por tus ojos el pasado, cuando el pasado debe quedarse, como aquellas almas, olvidado.

Abraza el destino, porque aunque desolado y furtivo, es propio, olvida lo que conoces y únete a esta casa.

La casa no es mas que el trasfondo de la verdad oculta, sólo se descubre amando entre sombras, llorando lamentos de hoy, no pasados, y viviendo donde antes ya se dijo, sólo debe vivir el olvido.

Si entre sombras estamos, y tenemos este amor poco convencional, entonces no nos falta nada.