domingo, 14 de septiembre de 2014

“Mi diagnostico es sencillo, sé que no tengo remedio”, Cortazar (Ethos)

Por qué busco la respuesta a mis propias preguntas, en el fondo no quiero darme cuenta porque sé que ya tengo lo que busco y, si aun así pregunto, será porque realmente, me empeño en buscarme donde no habita más que la contradicción.

Tal vez mis preguntas no son lo que se pueda decir filosóficas, más bien triviales seria la palabra. Y si hoy no busco más que el cielo, ese cielo donde se refleja un dragón, un conejo, un sueño, una simple nube indistintamente, será entonces que hoy me importa más el cielo que la tierra misma.

Y si ella es mi total representación de cielo, de aire etéreo, entonces el reflejo que existe de mí en sus ojos es algo más que sublime, es divino, es andar sin caminar y volar sin alas en sus brazos, es dormir en su pecho y despertar en las estrellas, y también viceversa.

Es dejar de existir por un momento, es inventarme junto a ella y sus formas, es perderme en su boca y recorrer su cuerpo, es descubrir ese contorno que encierra una inmensidad, una totalidad donde perfectamente caben 2 en un solo ser.

Todo esto solo por mis preguntas y desvaríos tontos, donde ella es mi todo y donde el sol me basta si es con ella el resplandor. Entonces es lícito hacer mía una frase dicha por Cortazar:

“Mi diagnostico es sencillo, sé que no tengo remedio”


Y complementaria decir, porque la amo más allá del cuerpo y la razón.


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