sábado, 15 de octubre de 2016

30 renglones (3)... Gato

¿30 renglones?
Una sección en el blog "galerías en las sombras" donde pondré los primeros 30 renglones de los libros que tengo. Esto será como una colección de inicios. 
   Ejercicio de gran curiosidad porque dependiendo el libro y la edición la cantidad de palabras que puedo escribir en cada entrada varia mucho. Y el cómo principia cada historia me es de un interés peculiar entre mis gustos ya que al escribir una historia siempre te encuentras con la difícil tarea de las palabras que necesitas para dar comienzo a lo que quieres decir. Entonces esta recopilación me enseña ejemplos y ejemplos de como son las primeras perras negras (como les llamaba Cortázar en Rayuela).
   Espero y lo disfruten, cada sábado estaré sumando uno nuevo.
(si quieres leer las entradas anteriores de 30 renglones dale click aquí)
El indio-Gregorio López y Fuentes

Primera parte

Oro
La llegada de tres hombres sembró el espanto. Junto a la puerta de la primera casa de la ranchería, una mujer dejó abandonado el malacate y el algodón que hilaba. Otra, se desató de la cintura, nerviosamente, los extremos del telar, y abandonando la manta que tejía huyó para el interior de la choza, cuya puerta cerró con violencia.
   Más allá, ladraron los perros. Y comenzó la estampía hacia las breñas más cercanas: muchachos casi desnudos y mujeres desmelenadas. Era la hora en que los hombres aptos se hallaban en los trabajos.
   Los recién llegados avanzaron tirando por las riendas de sus caballos, a los que seguía una mula de carga con dos grandes cajones a cuestas. Así habían hecho la última jornada, por un camino transitable apenas para la gente de a pie, en busca de la ranchería clavada en plena sierra. El que iba adelante, al ver la huida de los naturales, se detuvo sonriendo. Y, a tiempo que hacía notar a sus compañeros el efecto de su  presencia, se limpiaba el sudor de la frente.
   Un largo callejón. A los lados, las casas pajizas, pardas, ennegrecidas por el humo. Patios de tierra negra. En ellos, un naranjo, un ciruelo, un cedro. Entre casa y casa, una cerca de piedra. Sobre los cercados, ropa tendida a secar. Al fondo de la ranchería, la sierra encarrujada de verduras.
   Los tres hombres se miraban con gesto de compasión por los que huían. Uno de ellos dijo:
   ---Si tuviera un buen camino, ya no estarían tan atrasados. Al menos ya se hubieran hecho al trato de los blancos.
   Y reanudaron la marcha, ya por el callejón. En una de las casas donde el delantero vio que la puerta se había cerrado por el interior y que, por lo tanto, no estaba sola, llamó con pausados golpes.

2 comentarios:

  1. como podría ser parte del blogg para publicar?

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    1. Hola, Wadakada.
      Envíame un mensaje a cuentadeblog11@gmail.com para conversar contigo.

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