martes, 7 de julio de 2015

Pronto. (Gato)


La angustia retorna en las palabras que prometen un encuentro; y una esperanza se renueva. Pero pasan los días, las semanas, los años, las vidas. Esperar un poco se vuelve un acto que se prolonga indefinidamente. Se dice tan sencillo, verdad, pero en esos días hay horas que se vuelven intranquilas, desesperantes, porque te han prometido un "pronto", y te das cuenta que no es verdad, que las fechas del calendario siguen cambiando y no estás ahí.
  Te acostumbras, y con la costumbre se pierden ciertas emociones Y ya no sientes nada, quedas en blanco y se vuelven palabras dichas al viento.
   Tú sabes que darías cualquier día para ese encuentro, no importa si es lunes o noviembre (enero y cinco minutos), tu lo darías porque es importante. Pero allá pueden tener varios días o uno, y lo dedican a otras actividades. El desamor, borrar los lazos, desaparecer el vinculo de dos mundos, olvidar...
  Mas ahí estás, (creer), y no porque veo ciegamente, o me doy alas (Ícaro contemporáneo), sino porque somos nosotros dos, no me lo dice él, o ella, o aquel otro, sino tú. Ruiseñores vuelan por el cielo que miras cuando miras por tu ventana. Y sé que pronto vendrás de verdad, cada vez más aquí a mi lado.

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