Un hombre un tanto solitario, lleno de vida con tantas
enseñanzas en los bolsillos, en la mochila y enredadas entre sus risos, el
caminante, el viajero, llegó hasta mí hace unos años como rayo fugaz de luna,
largo camino él ha recorrido, sus pies cansados y las marcas en su rostro lo
dicen todo, esta tan cansado pero no lo da a notar siempre lleva una sonrisa en
el rostro acompañada de esos ojos brillantes que me llamaron desde que los vi, siempre
lista una frase para repartir con tanto amor a todo aquel que quiera compartir
tiempo con él, siempre lleno de misterios lo recuerdo paseando por los pasillos
de aquella escuela, y extraño tanto cada historia, cada palabra, cada silencio
que salía de su boca, solitario por las noches caminaba por las calles sin
nombre y quisiera que aquella noche que me siguió hasta mi destino hubiese
durado más, poder compartir todo fuera de esas paredes de autoridad. Un
maravilloso ser que tenía tanto por dar, pero lamentablemente su trabajo no era
el mejor, solían burlarse de él, estúpida juventud que no aprecia lo increíble de
la experiencia, estúpidos aquellos que vi reír de lo que él con tanta emoción
contaba, ingenuos al pensar que lo sabían todo cuando realmente lo desconocían todo,
ellos jamás conocerán lo que yo y nadie más vio en él, es como un secreto entre
ambos, un secreto mágico, y los sinfines de experiencias y memorias que tengo a
su lado. Y han pasado años y perdí todo el contacto con aquel viajero, pero
incluso así hay días que lo siento tan cerca como si él encontrara la mejor manera de comunicarse conmigo, debo imaginarlo en su sala leyendo algún libro,
escuchando el viejo disco que le obsequie y ese último track que a ambos nos
encantaba, o caminando por algún lugar de sus calles sin nombre repartiendo
enseñanzas a aquella gente que sepa valorarlo, sé que sabes que te recuerdo, sé
que sabes que te escribo, como sé también que algún día nos volveremos a ver sé
qué esperas por mí o como alguna vez lo dijiste quizá ahora todo cambio, las
dimensiones, el tiempo y ahora sea yo quien te espera a ti. Sé también que fuiste
una enseñanza, pero se nos olvidó el domesticar, y tú lo hiciste conmigo es por
eso que tal apego duele, no te preocupes todas tus palabras las tengo presentes
siempre, aunque algunas para serte sincera las he olvidado, ya sabes, yo y mi
memoria, y ahora sigo tu camino y a quien puedo les hablo de ti. Te estoy
viendo ahí con tu camisa a cuadros, tus risos y esa hermosa y admirable sonrisa
que nunca borras a pesar de todo lo que has pasado, bendita la música que me
hace sentirte aquí como luna alumbrándome el camino a tomar, como manto blanco
que cobija mis penas, idéntico a un amuleto que cargo conmigo siempre, y no está
de más que sepas que aún guardo tu polvo lunar en la mochila…
"por que si tú no me hubieras encontrado, yo lo hubiera hecho"
Supertramp
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