Sabes, tengo que irme. Mírame bien, necesito que me recuerdes así como estamos, tus manos acarician otra vez mi cuerpo, me relaja, pero tengo miedo. Se aproxima un tiempo de dolor, tristeza. Tienes que ser fuerte; el destino nos pondrá a prueba, saldremos adelante.
Me duele en el alma apartarme de ti, te quiero, no lo olvides, mas debo de volar a otro cielo. Regresaré pero no sé cuándo. Tu abrazo me relaja, ya no tengo miedo, ya no tengo miedo, ya no tengo aliento para seguir llorando.
Mis lágrimas te lastiman igual que a mí. Por las noches vendré contigo, estaremos conectados por los mismo sueños. La esperanza que debes de tener en mí me dará ánimos, saber que en cualquier momento tú me esperarás me hace sentirme a salvo de cualquier mal próximo, indeseado e ignoto.
Te quiero. Me tendré que ir pronto y quiero pasar estos últimos momentos contigo, me hace tan feliz que estés a mi lado. Quiero besarte, verme en tu mirada, esta intimidad secreta y solitaria la he disfrutado tanto contigo.
...Y de repente se fue.
No se fue, ahí está contigo. Te observa, te lee, te piensa, te sonríe, te quiere...
ResponderBorrar