Esta vez los poemas son de dos tipos geniales Octavio Paz y Mario Benedetti.
La elección no tiene un por qué. La
palabra dicha de paz no se eligió por jugar con el lenguaje, por divertirse
con las letras, por cambiarlas o atraer diferentes significados, por ser
inteligente y estructurada, sino por gusto propio. No te salves, es un grito, un amor, una exhortación y es más que
eso. Es movimiento y ganas; de perderse, de ser…de vivir.
Espero que los disfruten como yo.
LA PALABRA DICHA- Octavio Paz.
La palabra se levanta
de la página escrita.
La palabra,
labrada estalactita,
grabada columna,
una a una letra a letra.
El eco se congela
en la página pétrea.
Anima,
blanca como la página,
se levanta la palabra.
Anda
sobre un hilo tendido
del silencio al grito,
sobre el filo
del decir estricto.
El oído: nido
o laberinto del sonido.
Lo que dice no dice
lo que dice: ¿cómo se dice
lo que no dice?
Di
tal vez es bestial la vestal.
Un grito
en un cráter extinto:
en otra galaxia
¿cómo se dice ataraxia?
Lo que se dice se dice
al derecho y al revés.
Lamenta la mente
de menta demente:
cementerio es sementero,
simiente no miente.
Laberinto del oído,
lo que dices se desdice
del silencio al grito
desoído.
Inocencia y no ciencia:
para hablar aprende a callar.
NO TE SALVES- Mario Benedetti
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo
Palabras – Ethos.
Caen palabras, las piso, las abro, las destripo,
Las quiero y las sufro.
Cadencias de un lenguaje olvidado,
Amorfo, mío y tuyo…nuestro
Palabras que no hablan, no gritan,
No describen, que calan en lo hondo.
Van de la espina dorsal a la cabeza y al suelo.
Van de regreso a donde nacieron,
Van corriendo, sólo van,
Sólo son.
Lo que queda, rincones oscuros,
Encuentros y amores.
Son piedras, son años, los siglos,
La vida, son polvo.
Van corriendo, sólo van y dejan de ser.
Se derrumban, escombros, suelo
Y vuelven a caer.
Muy buenos poemas. No conocía ese de Octavio Paz.
ResponderBorrarGracias por compartir.
Tu escrito me hizo recordar uno que escribí hace un par de meses. Cuando lo encuentre lo comparto. Muy bien escrito, sólo van y deja de ser... :)
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