Después de mucho tiempo, vuelvo a escribir había dejado de tejer porque me sentía tan impotente, tan falsa al usarlas, porque tú sabes que ellas te desenmascaran, te escupen tus mentiras en la cara.
Ni siquiera sé si escribir esta carta, tal vez no tenga importancia cuando la leas, tal vez la quemes, la arranques, la olvides, pase lo que pase con ella, te la envolveré con un suspiro.
Ordinario, nuestro tiempo es ordinario y subjetivo, estamos terriblemente conscientes de nuestra muerte y aún así bailamos para ella, sobrevivimos con el miedo, percibimos el mundo de los sentimientos a la voluntad, nuestra naturaleza se perturba, es una aniquilación inminente.
Andar por la calle solo, titubeante, desfalleciente, no me devuelve lo que he vivido, no cambia algo. Aún conservo el equilibrio, trato de mantener cuerda mi mente, porque tú sabes que me destruyo a mí mismo.
Mi vida ha sido una búsqueda constante, ¿qué busco? no lo sé, creí haber estado buscándome, pero me di cuenta que no lo he conseguido, que a pesar de estar hombro a hombro con mi ser, nada me ha revelado.
No me preocupo por eso, tengo toda una vida, arqueo mi cuerpo y siento lo sagrada vida entrando por mis poros, es incesante este arrebato de furia corriendo entre mis venas...
Nota: La carta sigue, simplemente está fragmentada, cuando ésta termine pondré "fin de la carta, carpe diem, memento mori".
FRAU (__/__/2014)
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