martes, 24 de marzo de 2015

¿Estoy sola? (Colaboración de Frau y Gato)


Yo dormía la noche ya estaba entrada, no recuerdo con exactitud la hora, pero puedo decir que eran después de las diez y antes de las cuatro y media de la mañana, cuando de repente escucho una respiración a lado de mí. Me quedé quieta, inmóvil, petrificada, empecé a poner mucha atención a mi respirar, inclusive contenía el aire para no hacer ruido, comenzaba a sentir frío en la mejilla. ¿Qué era? No lo sé, abrí los ojos y no pude observar algo ni a alguien, sólo ahí estaba. Tuve que esperar, necesitaba que mis ojos se acostumbraran a la obscuridad.
    La respiración continuaba en silencio, pero era terrible porque yo sentía una presencia que no hacía el menor ruido. Con mucho cuidado me fui levantando, sin mirar atrás, sólo para enfrente. Deseaba que la pared que me quedaba enfrente fuera un espejo, para voltear sin moverme. Y escuchaba, las bocanadas de aire me hacían notar que era de noche, y nadie más en la casa hacía ruido, ni esos crujidos de madera, o el sonido del refrigerador, tampoco voces o pisadas.
    Y entonces, al llegar al espejo no había nada detrás de mí, y yo poco a poco iba desapareciendo entre la obscuridad de la habitación, ya ni siquiera se veía el brillo de mis ojos, los cerré y respiré profundo, volví a la cama, estupefacta, atónita.
   No lograba entender qué era, quién o qué quería de mí. Tomé la almohada cubriendo mi cabeza por completo. La respiración se esfumó. ¿Loca? ésto tiene que ser una alucinación porque no fue normal, dicen que cuando uno tiene mucho miedo se queda paralizado, pero pude moverme, sentarme en la cama y ver al espejo. No lo estoy, qué fue sino un juego mental, un engaño. Lo más extraño es que pude sentirlo, me di cuenta de su presencia, y me despertó. Ahora me oculto, ahora sí tengo miedo.


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