Me pregunte un día, porque no amar a una mujer,
sin el mayor temor de los amantes, el de perder a su mitad, esa mitad que tanto
aman, se le llama media naranja, la verdad jamás he logrado entender porque se
le dice así, tal vez porque las más agrias por lo regular siempre se
encuentran, pero la naranja perfecta esa si es difícil de encontrar, entonces
me puse a buscar, hasta que me encontré a una mascarada, que me llamo la
atención, hermosa cual ninguna aparentemente a mi percepción, pero lo que me
sorprendió fue verle el rostro sin el antifaz, pues no encontré nada de tras,
es entonces cuando comprendí, que para amar a alguien debes de conocerlo sin
maquillaje, indagar en su ser, y dejar que indague en el tuyo también, pero esa
mujer no duro mucho, voló por los aires y jamás volteo la vista atrás, me sentí
muy apenado, hasta que llego un nuevo amor, esta vez pensé que pude verle sin el
antifaz, y todo me resultaba normal, pero cuando vi su rostro descubierto una
sorpresa salto hacia mí, ella conservaba otro allí, me vencí, me resigne, y ni
siquiera podría creer que hubiera una mujer capaz de lograr conservar más de un
antifaz…
¡Wow!
ResponderBorrar